sábado, 19 de febrero de 2011

Formación y contacto real


Como expone Zabala en su artículo: '' La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas'', lo que debe hacer la Universidad no es sólo transmitir ciencia sino crearla, es por ello que es imprescindible una combinación entre docencia e investigación; ofrecer así un sentido práctico y profesionalizador a los estudiantes, brindándoles un contacto con la realidad.

Observamos una sobrevaloración teórica, imponiéndose lo teórico frente a lo práctico. La práctica debe ser entendida como generadora de teoría.

Los estudiantes suelen manifestar que su enfoque del aprendizaje es superficial debido a varios factores tales como:

  • El excesivo número de asignaturas.
  • Escaso tiempo para el estudio.
  • Metodología basada generalmente en la exposición oral y toma de apuntes.
  • Realización de trabajos escritos con más referencias librescas que empíricas.
  • Carecen de estrategias de aprendizaje colaborativo, de manera que los trabajos se realizan más repartiéndose la información que discutiéndola y analizándola con los compañeros.

Reconocen que frecuentemente carecen de iniciativa, de pensamiento crítico y creativo. Les cuesta participar o preguntar por temor al ridículo y no contemplan las tutorías como un recurso para el aprendizaje.

Tomando como referencia el artículo de Mª Antonia Vega González y Pilar Fernández Lozano:'' Formación a través de problemas auténticos'' se plantean nuevos retos en el ámbito de la educación. En relación con la formación universitaria, destacamos como formación prioritaria '' planificar, coordinar y controlar los conocimientos que se producen en el aprendizaje en relación con las actividades y tareas, y en relación con un entorno ecológico, con la finalidad de crear unas competencias esenciales y transferibles y otras más específicas derivadas de su cuerpo de conocimientos'' ( Hernández Pina, 2004)

En este artículo se muestran una serie de investigaciones en las cuales se pone de manifiesto la escasa relación entre conocimiento procedimental académico y el conocimiento procedimental profesional.

Algunos autores exponen que el conocimiento es inseparable de los contextos y las actividades donde se desarrolla, en este sentido, los estudiantes deben aprender el conocimiento, las habilidades y las disposiciones que se dan en contextos significativos para poder aplicarlos en situaciones concretas.

De este modo es imprescindible diseñar escenarios de aprendizaje que permitan la generación de visiones variadas, poniendo especial énfasis en las tareas académicas que se plantean al alumnado. Teniendo en cuenta esta idea, la Universidad se organiza en un espacio de preocupación para los distintos profesionales que se centran tanto en la formación como en la producción de conocimiento.

Esta idea debería convertirse en prioridad en centros en los que se trate la formación de profesionales de la enseñanza y el asesoramiento.

Es importante resaltar que, desde esta perspectiva, sería precisamente la experiencia del afrontamiento de situaciones auténticas la que podría promover el tipo de pensamiento y habilidades necesarios para poder resolver otras situaciones actuales o futuras.

Las metas que se pretenden conseguir a través de este planteamiento son:

  • promover el acercamiento a posturas sistémicas y ecológicas para el entendimiento de las diferentes situaciones educativas.
  • Sensibilización hacia la complejidad del fenómeno de enseñanza-aprendizaje.
  • Evolución hacia planteamientos colaborativos entre los distintos profesionales implicados.
  • Promover un aprendizaje significativo.
  • Que este aprendizaje actúe como primer escalón respecto a la necesidad de formación continua requerida por la sociedad del conocimiento.
  • Hacerles conscientes de que su trabajo y esfuerzo individual tiene repercusiones no sólo referidas a su aprendizaje y desarrollo personales, sino que también contribuyen al crecimiento y desarrollo de otros compañeros.
  • Procurar que vayan asumiendo la necesidad de tener una voz propia y de tomar decisiones arriesgadas ajustadas a una sociedad necesitada de cambio e innovación.

A través de varias entrevistas a profesionales de la Orientación educativa he podido destacar las siguientes ideas:

Es importante para la formación partir de experiencias concretas para hacer una lectura dialogada entre la práctica y la realidad. Hay que formarse más en la calle porque te estás preparando para trabajar con personas.

En el caso de una de las pedagogas confiesa que a ella le contó mucho orientarse porque no tuvo experiencias previas; como ella expone:

'' hay que pisar tierra, la práctica y la realidad es donde se engloba todo''.



Orientar además de Educar

Tanto la labor educativa como la orientadora han de estar impregnadas de sentido, motivos, valores, todos ellos indagados a través del juicio crítico. A través de esta idea, llegamos a la conclusión de que debemos saber hacia dónde vamos, saber cómo debemos entender nuestra profesión. Para ello es necesario generar espacios dentro de la práctica diaria; debemos plantearnos nuestra propia práctica, reflexionar. A su vez, se debe hacer visible el trabajo. La vida profesional de los orientadores se desarrolla en una gran variedad de preguntas, metáforas, informaciones… en torno a ella se pueden ir construyendo una serie de ideas, imágenes que se desarrollan en este campo y le dan sentido.
La Orientación Educativa tiene la necesidad de estar inscrita de lleno en la corriente educativa y no es sus márgenes.

Los problemas de la educación son reflejos de la época, no se resuelven con inversión o actuaciones. La educación tiene un objetivo central; ayudar al individuo a clasificar sus convicciones centrales. - Schumacher (1983) - . Esta tarea de ''clarificar'', en nuestra opinión, resulta una labor complicada.

Una orientación que no educa o una educación que no orienta, tienen un camino muy limitado. Ambas deben estar unidas, es decir, se ha de cumplir un requisito altamente valioso: '' La de orientar, la de educar, ambas deben contribuir a la construcción''.